sábado, 24 de septiembre de 2011

Capitulo 5. La hechicera.

Notas del autor: Insisto en que todos son solo bocetos. Si llegase a gustar lo reescribiría todo con mucho más explicaciones y situaciones más detalladas. También con posibles modificaciones en frases y nombres para darle más profundidad. También vuelvo a disculparme si la sangría y/o formato no son los adecuados, cuando copio del openword al blog se me desconfigura todo.
Espero que a alguien le guste lo que estoy escribiendo como ocio :P.
¡Saludos!




Capitulo 5. La hechicera.


Jozan y Strauss apuntaba firmemente con sus rifles a Taos y Blasterd, los cuales no sabían cómo salir de esa situación. No podían moverse ni para coger el arma porque les dispararía sin dudarlo. El tiempo no jugaba a su favor, en cuanto los capturaran a ellos irían tras Sarah y Lupita, este era el fin.
  • ¿Por qué nos perseguís? ¿Es por el atentado del rascacielos? .- Preguntó Taos.
  • Jajaja, ¿a quién le importa eso? Siempre es bueno que los rebeldes hagan actos que los hagan destacar, así se les puede echar las culpa de cualquier problema que haya en la democracia. No deberían subestimar al poder que controla los medios de comunicación, porque por muy nobles que sean vuestros actos siempre serán los culpables. .- Explicaba Strauss con una mirada prepotente, y una sonrisa de oreja a oreja por haber conseguido arrinconar a su objetivo.
  • Entonces, ¿Qué queréis de nosotros? .- Preguntó Blasterd.
  • De vosotros nada, queremos a Lupita. Sabemos que tú no tienes nada que ver con aquellos rebeldes del rascacielos, solo eres un pobre novato de vigilante que por casualidad tuvo un mal día y trato de hacerse el héroe tratando de capturar a los rebeldes. Pero te mezclaste con esa chica y ahora la proteges. Has hecho muy bien pero ya es hora de que vuelva con nosotros…
  • Es solo una niña normal y asustada que quiere volver con su padre, ¿Por qué ella? .- Continuaba preguntando Blasterd.
  • Nos llamaron preocupado de una chica con apariencia extraña, y que no hablaba el idioma. Nos da igual el porqué hablaba otro idioma o que visitera diferente, pero esas cualidades nos vienen perfecto para nuestros planes. Fingiremos pertenece al mal.
  • Pero, ¿Qué ganáis diciendo que Lupita es del mal?
  • ¡Miedo!. Si fingimos que esa chica es del mal, y lo hacemos públicos a todos los medios, la gente volverá a tener miedo del mal. El temor es la mejor forma de controlar la voluntad de las masas, nosotros luego seremos los héroes que los salvaron de una conspiración del mal, atacándoles y ganándolos en su propio terreno.
  • ¿Y si no os creen?
  • La gente se creerá cualquier cosa que le digamos, y si es una chica que habla a veces en otro idioma, es rubia, ojos verdes, esa ropa… Todo el mundo se lo creerá. Es completamente diferente a una chica normal.
  • ¿No se supone que la gente sabe que el mal son criaturas horribles, que controlan a las bestias y que usan magia negra? Solo por ver a una chica atada con un aspecto algo diferente no se lo creerá. Te exigirán ver esa magia tan famosa que usa el mal, y esos poderes.
  • Una bestia domesticada en sus pies, calmada y sin moverse, y la escena será completamente creíble. La gente es más fácil de engañar de lo que pensáis. Y ahora si no os importa dejemos de perder el tiempo, de rodillas, vamos a ataros. Nuestro superior, Spire, nos ha pedido que os llevemos vivo, héroe de la capital...
Taos podía ver en los ojos de Blasterd lo que estaba pensando. Demasiado temerario, va a tratar de ser lo suficientemente rápido como para sacar la pistola y disparar antes de que le disparen. No lo iba a conseguir, tenía que detenerle antes de que cometiera el error. Strauss presionaba para que se pusieran de rodillas con las manos en la cabeza sin más demora. Taos ya empezó a inclinarse pero Blasterd ni se inmutó.

Tal como temía, empezó a realizar el movimiento de mano para coger su arma, pero tal como advertía, Astruss realizó un gesto demostrando que se estaba fijando en el movimiento de mano de Blasterd. No había mucho tiempo para pensar todo iba a pasar muy rápido, Blasterd se llevo la mano hacia la cintura para coger el arma pero Astruss que se dio cuenta de sus intenciones se dispuso a dispararle. Taos no tuvo más opciones, estando medio en cuclillas se lanzó hacia Blasterd para interrumpir la trayectoria del disparo de Astruss. El disparo llego directo al pecho de Taos, el cual cayó directo al suelo sin realizar ningún momento innecesario. Estaba vivo pero sabía que la gravedad de la herida era tal que moverse solo podría suponer adelantar su muerte. Del bolsillo de Taos salieron rodando las dos esferas, Taos cogió una moviendo solamente la mano, pero en su estado no podía moverse ni un poco para coger la otra.

Sarah y Lupita corrían sin parar hacia la cima, estaban a punto de llegar.
  • ¿Que ha sido eso? .- Le preguntó Sarah a Lupita al escuchar el disparo.
  • No te pares tenemos que llegar a la cima rápido. – Contestó Lupita.
  • Si solo vamos hacia la cima, luego no podremos escapar.
  • Si en la cima hay lo que creo que hay, podremos escapar de todos los enemigos que se nos interponga.
  • Está bien Lupita, si tu lo dices confiaré en ti. Pero, aquel hombre estaba pensando en que en breves llegaría su compañera con muchos soldados. Si eso pasara Taos y Blasterd no aguantaría mucho.
  • ¿Cómo dices?
  • Nada, cosas mías.

Blasterd estaba demasiado sorprendido por lo ocurrido, cuando quiso darse cuenta Jozan se colocó en su espalda apoyando su fusil sobre su cuello. El sentimiento de culpabilidad era insoportable, sabía que Taos estaba ahí agonizando de dolor por su culpa, no debería haber intentado algo imposible. Taos a su vez, tenía un fuerte sentimiento de remordimiento sabiendo que iban a matar a su amigo y que el impotente no iba a poder hacer nada para evitarlo, su poca fuerza la gastaba en agarrar con ira la esfera suplicando fuerzas para salvarle.

-Eso te pasa por tratar de hacerte el héroe, tu amigo moribundo por tu insensatez, jajaja ¿no es una hermosa situación?.- Decía riéndose Strauss.
- Allí. .- Dijo con voz aguda Jozan señalando la otra esfera que salió rodando del bolsillo de Taos.
- ¿Qué es esto? .- Se preguntó Strauss mientras se agachaba a coger la esferas . - ¡Ains! ¡Qué es esto! ¡Cógela tu! .- Se quejo al coger la esfera y arderle la mano, por lo que la lanzó hacia Blasterd con intenciones de que le ardiera a él.

Blasterd cogió la esfera en el aire sin pensarlo para impedir que le golpeara. Ni siquiera pensaba en que la esfera le ardería la mano, solo pensaba en que Taos estaba asi por su culpa, y que tenía que hacer algo para salvarle.
  • ¡Tengo que sobrevivir y salvar a Blasterd! .- Pensaba con fuerza Taos.
  • ¡Tengo que buscar la forma de salvar a Taos! .- Pensaba con fuerza Blasterd.

La esfera de Taos empezó a brillar, y Taos empezó a desprender una luz blanca alrededor de su cuerpo. Astruss se desconcentró un segundo observando el brillo de Taos. Blasterd aprovecho ese despiste momentáneo para actuar rápido. Se agachó rápidamente un poco, y con un golpe de codo justo en la barriga de Jozan, lo consiguió desarmar y lo lanzó por los aires con una llave de judo. Todo sucedió exageradamente rápido, tanto es así que Strauss no se dio cuenta de lo que estaba pasando hasta que no estaba Jozan ya por los aires. Trato de levantar su rifle para apuntar a Blasterd, pero antes de que se diera cuenta tenia a Blasterd ya justo enfrente suya agarrándole el arma.

Era imposible, había recorrido los 10 metros que lo separaban en solo un instante, de hecho aun estaba Jozan por los aires. Ni siquiera le daba tiempo a Strauss a comprender que estaba pasando cuando ya Blasterd le arrebató el arma y le disparo en una pierna.

Justo cuando parecía que Jozan iba a caer en el suelo Blasterd lo volvió a agarrar. Disparándole también en la pierna y lanzándolo por los aires de nuevo. Fue entonces cuando Blasterd se percató de que su entorno estaba moviéndose mucho más lento, como si todo fuera a cámara lenta.

    Taos seguía brillando en el suelo, pero no Blasterd aun no podía descansar para atenderle, justo tras haber lanzado a Jozan empezaron a aparecer guardias por todas partes. Blasterd seguía viéndolo todo a cámara lenta, cogió su arma y empezó a dispararles uno a uno según iban apareciendo entre las rocas de la montaña.
Tras unos instantes dejaron de aparecer guardias, Blasterd aprovecho para coger a Taos y salir corriendo.
  • ¿Qué ha pasado aquí? .- Preguntó Cresten al llegar al lugar donde Blasterd había derrotado a los guardias.
  • Mi señora, fue uno de ellos, se movía muy raro. Era casi inhumano la velocidad de sus movimientos.
  • ¿Me estás diciendo que esto os lo ha hecho un único hombre?
  • Si mi señora, era muy rápido.
Cresten, enfadada, mató al guardia de un disparo.
  • Inútiles, si son vencidos por un solo hombre siendo ellos tantos no servían para nada. Tendré que ver con mis propios ojos cómo es ese hombre. .- Dijo Cresten mientras hacia una señal para que toda su guardia que iba detrás suya la siguieran.
Lupita y Sarah ya habían llegado a la cima. Se podía observar un antiguo templo, que claramente se podía observar que estaba siendo cuidado por alguien por su limpieza y buen mantenimiento. Lupita corrió hacia su interior y le pidió a Sarah que por favor esperara fuera mientras. Sarah se sentó junto a un estanque con agua a esperar a Lupita, mientras rezaba porque Taos y Blasterd aparecieran pronto. Sarah podía notar que en aquel lugar el viento soplaba demasiado fuerte…

Blasterd estaba agotado, llevaba corriendo un buen rato con Taos a cuesta, pero sabía que si paraba lo alcanzaría. Había dejado de brillar, tanto el cómo Taos. No podía más con sus fuerzas, cada vez corría menos, pero sus fuerzas realmente estaban agotadas y no podía hacer nada más. Cayó de rodillas y soltó un momento a Taos para recuperar el aliento. Taos había perdido el conocimiento, pero no estaba muerto seguía vivo respirando. Aprovecho el respiro que se estaba dando para extraer la bala del cuerpo de Taos, pero para su sorpresa ya no había bala. Temía que la bala le hubiera traspasado de un lado a otro, pero al verle la espalda vio que no era así, simplemente la bala había desaparecido. Blasterd pensó en la posibilidad de que se le hubiera caído, aunque rápidamente comprendió que eso no era muy lógico.

El descanso de unos segundos fueron demasiados largos, a lo lejos los guardias empezaron aparecer. Nunca podría escapar de ellos con Taos a cuesta. Antes de que se diera cuenta volvía a estar rodeado de soldados, esta vez mucho más numerosos.
  • ¡Ya basta de tanto jugar al gato y al ratón! .- Gritó Cresten .- ¡Rendiros, estáis cansado y malheridos, no podéis escapar!
Blasterd estaba furioso, sabía que tenía razón. Saco la esfera esperando a que volvieran a brillar como lo hizo hace unos momentos y pudiera escapar de aquella situación, pero no ocurrió nada. Todo se movía a la velocidad normal, no volvió a ocurrir ese efecto de cámara lenta que le permitió escapar la última vez.
  • ¡Capturarle!
  • Un momento, un momento. ¿A qué viene tantas prisas? .- Dijo una voz que se escuchó a lo fondo.
  • Esa voz… .- Pensaba Blasterd .- ¿Lázaro?
A lo lejos se veía la figura de Lázaro montado a caballo, con dos caballos más siguiéndole. Blasterd agradecía su valentía, pero aquella locura lo iba a matar. Pero para su sorpresa todos los guardias, incluida Cresten, se pusieron de rodilla permitiéndole el paso.
  • Se… ¡señor presidente! ¿Qué haces usted en un lugar como este? .- Le preguntó Cresten.
  • ¿Señor presidente? .- Le preguntó Blasterd.
  • Ya os lo explicaré, coge este caballo y sal corriendo hacia la cima. Llévate a los demás caballos también os servirán luego para huir. No quiero tener nada que ver con cosas problemáticas, así que solo os ayudaré esta vez. .- Le dijo Lázaro a Blasterd susurrándole al oído. Blasterd asintió con la cabeza y fue corriendo hacia la cima.
  • Señores os estáis confundiendo.
  • Señor presidente, ¿de qué hablas? .- Le preguntó uno de los guardias.
  • En verdad sois víctimas de un virus mortífero. Un virus que hace que obedezcáis órdenes sin sentido y que os lo creáis.
  • No entendiendo nada señor presidente. .- Le pregunto el soldado que estaba más cerca.
  • Veras hijo, te lo voy a demostrar. Pégate un tiro. .- Dijo Lázaro con una amplia sonrisa.
  • Vale señor.- Dijo sonriendo el soldado, mientras se pego un tiro en la cabeza.

Cresten dejo de sorprenderse y trato de meditar la situación, el presidente no podía estará allí ahora mismo, pues él estaba en la capital. Además que significaba todo ese teatro de un virus tan absurdo… Rápidamente lo comprendió.
  • ¡Es una trampa! ¡Es un impostor no le hagáis caso!
  • Me haríais caso aunque no queráis, pero como no quiero problema simplemente desapareceré jajaja. .- Dijo Lázaro mientras desaparecía.

Aunque a Blasterd no le quedaran fuerzas apenas para moverse, gracias a los caballos de Lázaro llegaría en breve a la cima. Estaba demasiado preocupado por Taos como para pensar en ese detalle de que le confundieran con el presidente pese a su gran diferencia física. Ya podía ver en la cima el templo con Sarah sentada y Lázaro a su lado.
  • ¿Lázaro? ¿Cómo llegaste antes que nosotros?
  • ¡Taos! ¡Oh Dios mio Taos! ¿Qué os ha pasado? .- Preguntaba aterrorizada Sarah al ver a Taos desmayado.
  • Le dispararon en el pecho.
  • ¿Y cómo es que no sangra?
  • No lo sé… .-Decía ya sin fuerzas apenas Blasterd.
Algo le pasaba a Blasterd, apenas podía moverse, estaba exhausto. Aquello que hizo durante su enfrentamiento con Jozan y Strauss le ha dejado sin fuerzas alguna. Taos recupero el conocimiento entre agonía de dolor, sus gritos asustaban a Sarah que no hacía más que buscar la forma de taparle la herida, aunque no sangraba ni se le veía la bala por ninguna parte.

Con Blasterd sin apenas poder moverse, Taos malherido, y Sarah sin ningún tipo de arma, eran un blanco fácil sin ningún lugar donde esconderse.

Efectivamente no tardaron en llegar los guardias, con Cresten acercándose tranquilamente sabiendo que no tenían lugar donde esconderse y viendo que la situación era totalmente favorable para ella.

Los guardias rodearon todo el templo, eran demasiados como para poder huir por ningún rincón. Cresten se acercó lentamente hacia Blasterd y Taos buscando quien había sido el que había derrotado a sus guardias, pero Sarah, aun sin ningún tipo de arma, se puso delante de ella impidiéndole el paso.
  • ¿Qué haces niña?
  • ¡No te dejare ponerles las manos encima vieja!
  • ¿A quién estas llamando vieja mocosa?
Sarah se puso en posición de lucha, estaba dispuesta a luchar con los puños.
  • Así que quieres pelea. Vale, ¡pues lo tendrás! .- Dijo Cresten mientras guardaba su fusil y sacaba su látigo con el que castiga a sus guardias en los entrenamiento.
Sarah apretaba sus puños sabiendo que ganara o perdiera no podría cambiar nada, pero estaba dispuesta de luchar hasta el final y que nadie diga que no se defendió.

Cresten lanzó su látigo directo hacia Sarah, la cual la evito con una voltereta hacia atrás. Sarah era muy ágil, había entrenado mucho arte marciales y defensa personal por el miedo continuo al saber que estaba siendo observada.

Cresten lanzaba una y otra vez su látigo, pero Sarah con facilidad lo evitaba saltando de un lado hacia otro. Su habilidad para leer la mente le estaba sirviendo para averiguar en qué momento justo pensaba atacar y donde, así que le resultaba fácil esquivar los golpes. Esto empezó a irrita mucho a Cresten la cual empezaba cada vez a ser más rápida, sin lograr nada.

Taos seguía agonizando de dolor, y uno de sus últimos gritos hizo que Sarah girara la vista, momento que Cresten aprovecho para atacar. Sarah consiguió esquivarlo a tiempo pero le alcanzo a la ropa haciéndole una raja, solo unos milímetros más cerca y le hubiera dado. Pero mientras se distraía en pensar lo cerca que estuvo se despisto sin leerle la mente y Cresten logro alcanzarle con un segundo latigazo.

La herida no fue profunda, pero si era bastante doloroso, causándole una raja en el pecho. Ahora podía entender porque se usaba como castigo, no hacia heridas profunda pero si heridas dolorosas. Si se distraía y le daba varias veces más el dolor le supondría una clara desventaja, no podía permitir que la volviera a golpear. Cuando Cresten se dispuso de nuevo a atacarla, con un salto rápido hacia atrás y levantando el puño consiguió que el látigo se le enrollara en el brazo. Agarrando con fuerza el látigo, comenzó un forcejeo entre Cresten y Sarah tirando del látigo cada una de un extremo. Tras un momento de tensión Sarah logró con un último esfuerzo arrebatarle el látigo y lanzarlo lejos.

El combate por fin se había igualado, ahora era mano a mano entre las dos. Lamentablemente para Sarah, Cresten también se defendía perfectamente con los puños. Por lo que empezaron un largo combate entre las dos el cual parecía no tener fin. Cresten era demasiado habilidosa como para dejarse golpear por Sarah, a su vez Sarah leía los movimientos que Cresten realizaba antes de que esta los ejecutara. Por lo que el combate parecía no tener fin.

Tras un largo rato luchando, ambas empezaron a sentirse exhausta. Mirandose fijamente con la respiración acelerada, Cresten decidió poner fin a dicho entretenimiento.

  • ¡Se acabó! ¡Basta de juego, cogerlos!
Los guardias se arrimaron lentamente, no podían hacer nada.
Justo en ese momento salió finalmente Lupita del interior del templo. Con la mirada seria salía andando serenamente. Los guardias pararon esperando instrucciones de Cresten ante la nueva situación.
  • Así que ahí te escondías. Genial, a por ti venia. Vendrás con nosotros sin resistencia.
  • No voy a ir a ninguna parte.- Respondió Lupita sonriendo dulcemente, mientras agarraba con fuerza su bastón.- Más bien, pienso castigaros por todo lo que habéis hecho.
  • ¿De qué estás hablando? ¿Otra chica que quiere hacerse la heroína?
  • ¿Lupita? .- Preguntó Sarah al ver tan tranquila a Lupita y rebosante de confianza.
Lupita coloco su mano encima de la cabeza de Sarah, mientras esta le leía su pensamiento. “Tranquila Sarah, todo irá bien, yo me encargo del resto”. Empezó a girar con fuerza su bastón en círculos, mientras seguía andando acercándose a los guardias.
  • ¡Pagareis por vuestros pecados! ¡¡Viento ven a mí!!.- Gritó fuerte Lupita.
Con fuerzas golpeó con el bastón el suelo, y poderoso viento surgió de su alrededor. Una aurora de viento la rodeaba, cogió el bastón de nuevo y apunto hacia una dirección al azar, y un gran impulso de aire salió disparado en esa dirección lanzando por los aires a cuantos guardias pillaba en el camino. Con un movimiento que parecía una danza apuntaba hacia otras direcciones, haciendo volar a todos los guardias.

Cresten asustada corrió a coger su látigo y lo lanzo directo hacia Lupita, pero esta con otra danza hizo que el agua del estanque que había la rodeara y la protegiera del golpe.
  • Lo que estas usando… es… ¡es magia! Eso no es posible, solo los del mal pueden usar magia. – Decía asustada Cresten.
  • Yo no soy del mal, solo soy una hechicera.
  • ¿Acaso no es lo mismo?
  • No sé quien es tu mal y quien es tu bien, yo solo soy yo, una hechicera que se ha perdido y quiere regresar a casa.
  • Eres una chica del mal, ¡realmente eres del mal! ¡estamos todos en peligro!
  • “…” .- Lupita no sabía que responder, solo se quedaba en silencio, ella realmente no sabía qué era eso del bien o del mal. .- Si fuera el mal seria un ser horrible, sin embargo a diferencia de vosotros no voy a matar a ninguno, solo apartaros de nuestro camino e irnos. ¿Quién es realmente el malo y el bueno?
  • El mal eres tú.
  • ¿Por qué?
  • Porque eres diferente a nosotros, porque haces cosas que nosotros no hacemos.
  • ¿No debería ser el mal el que haga más maldades?
  • ¿Y vosotros no hacéis maldades?
  • ¿Acaso no hacemos todas maldades en mayor o menor medidas?
  • No me engañaras, tú eres el mal, eres la que está usando la magia.
  • Si usar la magia para salvar mi vida, y la de mis amigos, hace que sea del mal, entonces sí, soy del mal.

Con otro movimiento de bastón, creo un pequeño ciclón de viento, que mezcló con el agua, creando un torbellino de agua, el cual lo lanzo directamente hacia Cresten.
  • ¡Montaros en los caballos, nos vamos! .- Gritó Lupita.
  • ¡No lo dejéis escapar! .- Gritó Cresten.
Los guardias empezaron a levantarse dispuesto a lanzarse sobre el grupo. Lupita volvió a dar un par de giros, como si de una danza se tratase, y al hincar en el suelo el bastón grito “¡Ventisca!”, y una onda expansiva salió disparada en todas direcciones derribando a todos los guardias, y formando alrededor del grupo una poderosa ventisca que hacía perder a todos el equilibrio.

Blasterd y Sarah se montaron en sus caballos, mientras Lupita con su viento levanto a Taos sin esfuerzo y lo subió en su mismo caballo. Una vez montados, salieron corriendo del lugar aprovechando que todos los guardias estaban derribados, consiguiendo escapar de aquel lugar.


sábado, 17 de septiembre de 2011

Capitulo 4. Comienza la persecución.

Notas del autor: Malditos formatos xD, uno se lo curra para darle el espacio perfecto entre lineas, entre cada párrafo, la sangria ideal, y cuando copias del word al blog se pierde todo el formato xD. En fin trate de arreglar lo que pude.

Agrego información sobre los 2 protagonistas que faltan en la sección de Extras/Personajes. Ya están los 6 protagonistas.

Este mapa indica donde transcurre cada capitulo, estamos en el cuarto, que transcurre en la que he denominado ciudad del este.

Capitulo 4. Comienza la persecución.

    Taos no tenia manera posible de volver a la superficie a tiempo, era su fin. Mientras aguantaba los pocos segundos de aire que le quedaba vio como la figura de una mujer se le acercaba sin apenas mover el cuerpo para desplazarse por el agua. Con el mismo movimiento delicado y la misma belleza que una sirena, aquella figura llegó hasta él. Se trataba de Lupita, que con una amplia sonrisa hizo desaparecer el miedo a Taos y haciéndole recuperar la confianza, aunque en parte no podía tampoco olvidar que ahora ella se vería en el mismo problema para volver a la superficie.

    Apoyando su mano sobre Taos, Lupita recito unas palabras que no se le puedo entender por estar debajo del agua, se saco el bastón y tras un par de giros señalo hacia la superficie. Como si fuera la bala de un cañón Taos salió disparado hacia la superficie aunque con demasiada fuerza, haciendo que ahora su preocupación no sea el cómo subir a la superficie, sino el cómo bajar a la tierra sin hacerse daño. Cumpliendo la ley básica de la gravedad Taos no tardo en empezar a caer chocando con las ramas de los arboles lo cual en parte amortiguó un poco la caída pero no le evitó hacerse daño.

    La caída fue un tanto molesta, pero por fortuna cayó sobre algo blando. Aun con los ojos cerrados del susto apretó la superficie sobre la que aterrizó comprobando que era blando, demasiado blando para ser un suelo. Abrió los ojos y se incorporó aun apoyando las manos sobre la superficie, cuando se dio cuenta del gravísimo error que estaba cometiendo. Aquella "superficie blanda" que notaba era Sarah, la cual empezó a despertarse quejándose un poco de dolor.

·         ¿Pero que esta pasand....? .- Se preguntaba Sarah, aunque no termino la pregunta sorprendida ante la situación que se encontraba. Taos echado sobre ella, apoyando su mano sobre una de sus partes más nobles.
·         No… no es lo que parece... te lo puedo explicar... .- Intentaba defenderse Taos sin demasiado éxito.
·         ¿¡Qué crees que estás haciendo maldito cerdo degenerado!?

   Las palabras no les servían para calmarla, durante un buen rato estuvieron corriendo dando vueltas al lago, y cada vez que Sarah alcanzaba a Taos le daba una buena paliza. Al parecer nada la calmaba, y dicha situación de cierta forma le provocaba un poco de celos a Lupita.

   Mientras discutían, Lupita observó que alguien estaba entrando al fuerte. Quiso acercarse mejor para ver quién era pero no lo podía ver bien. Blasterd que la siguió le ofreció una mira telescópica de su arma con el que podría acercar la visión. La cara de Lupita al ver el rostro más de cerca se volvió pálida, y corrió hacia donde se ubicaban Taos y Sarah.

·         Debemos irnos, nos han encontrado.
·         ¿Quién nos ha encontrado? .- Preguntaba Taos mientras Sarah le hincaba las uñas en el cuello.
·         La persona que me raptó y me encerró, ha vuelto a por mí. Tenemos que irnos de aquí.
·         ¿Y por qué no lo capturamos esta vez nosotros a él? .- Preguntó Taos.

·         Quizás no busque a Lupita, quizás busquen al revolucionario que armo tanto jaleo en el rascacielos. Y si ha venido un superior, la guardia debe estar con él. Seguro que los alrededores están ya vigilados, debemos irnos ya.
·         La ranchera hacia la ciudad tiene que estar a punto de partir, vamos a montarnos y a irnos cuanto antes. - Comentó Taos.- Sarah, te vienes con nosotros, no queremos que te metas en problemas así que te acompañaremos hasta la ciudad.
·         Pero yo no...
·         Vente niña, y deja de ser tan tímida. - Comentaba Blasterd con seriedad pero con un intento de ser amigable.

   El grupo se montó en la ranchera que partía a diario a la ciudad, y que se encontraba a las afueras del fuerte con el dueño esperando por si alguno de los habitantes del fuerte necesitaba acercarse a la gran ciudad. Y sin mayores problemas huyeron del lugar.

·         Spire, parecen que han estado aquí y se dirigían a la ciudad del este... - Comentaba el agente Strauss a su jefe Spire.
·         Estupendo Strauss, envía a tus guardias hacia allí inmediatamente. Cresten y su guardia se encuentran ya en la ciudad así que solo será avisarla de que no deben moverse del lugar.
·         ¿Cresten? No la necesitaras a ella, te demostrare que soy mejor que ella aunque sea la afortunada de mandar sobre toda la guardia entera.
·         Strauss no te dejes llevar por los celos y actúa, si quieres demostrarlo usa menos palabras y mas hechos.
·         Los tendrás jefe, observe... .- Comento Strauss mientras colgaba la llamada. - Jozan, tu juguete se dirige hacia la ciudad. Tenemos que alcanzarla antes que llegue a manos de Cresten o darla por perdida.
·         .... .- Jozan respondió con silencio, pero haciendo un gesto indicando que entendió la situación.

   Mientras tanto, la situación en el viaje se hizo un tanto incomoda. Mientras Blasterd iba sentado como copiloto dentro de la ranchera, Taos, Lupita y Sarah se sentaban en la parte de atrás que estaba al aire libre, mirándose entre ellos en silencio. Cualquier comentario que Taos trataba de hacer para calmar la tensión que se olía en el ambiente entre las dos chicas terminaba sin respuesta alguna. Entendía el enfado aun de Sarah, pero Taos no comprendía el porque estaba tan callada Lupita mirando fijamente a Sarah que aquellos ojos que parecía que se le iban a salir.


o    Taos, cogiste la esfera ¿verdad? .- Preguntó Lupita.
o    Si, es muy parecida a la que yo tenía pero ligeramente diferente.
o    ¿Puedo verla?
o    Claro toma. - Afirmó Taos mientras le daba la esfera.
o    ¡Ains! .- Se quemó Lupita al tratar de coger la esfera.
o    ¿Esta también es igual de especial? .- Se preguntó Taos observando fijamente las dos esferas. - Me pregunto porque no me quemare yo al sujetarlas.

   La ranchera realizó un movimiento brusco, lo cual hizo que a Taos se le cayera de las manos una de sus extraña esferas y rodara sobre el suelo la ranchera. Sarah sin pensarlo se lanzo para cogerla para que no se saliera fuera de la ranchera.

·         ¿Qué ha pasado? .- Preguntó Taos.
·         Nada, estad tranquilos, solo son una manada de lobos que se nos ha echado encima. No os preocupéis yo me encargo. .- Comentó Blasterd, mientras se salía del asiento de copiloto saliendo por la ventana, y subiéndose al capo de la ranchera.

   Con varios disparos muy precisos la manada de lobos cayó en cuestión de segundos. Para sorpresa de todos Lupita se puso a llorar mientras gritaba a Blasterd.

·         ¿Por qué lo has hecho?
·         Tranquilízate muchacha. .- Le pidió Blasterd.
·         ¡Asesino! ¡No tenias que matarlos!
·         Lupita, míralos bien aun que no están demasiado lejos, no están muertos están dormidos. .- Comento Taos.
·         ¿Dormidos?
·         Si, no sabemos que está tramando el mal, pero desde hace un tiempo los animales y las criaturas salvajes se están volviendo más violentas, y más numerosas. Todos acusan al mal, pero no por ello queremos matarlas. Solo son balas para defendernos. - Le explicó Blasterd mientras aprovechaba para darle algo de munición anestesiante a Taos, el cual llevaba desde la misión del rascacielos sin balas.
·         ¿Qué es el mal? .- Preguntó con suma inocencia Lupita.
·         No sabes que es el mal, ¿de dónde has salido tu? .- Dijo sorprendido Blasterd.
·         El mal son unos seres horribles que hace mucho tiempo intentaron destruir todo nuestras ciudades solo por placer. Estuvieron a punto de vencernos pero al final ganamos la batalla en una dura lucha. Pensábamos que se había extinguido pero hace unos años ocurrieron algunos hechos muy extraños, con varias destrucciones en diversas ciudades, y tras mucha investigación llegaron a la conclusión de que el mal había sido los responsables. .- Explicó Sarah.
·         Nunca había escuchado de nada parecido. - Comentaba Lupita sorprendida.
·         Sarah... lo que tienes en la mano... es... .- Dijo sorprendido Blasterd observando que estaba sosteniendo la esfera de Taos con la mano sin quejarse.
·         No me había dado cuenta, la cogí antes cuando cayó, toma te la devuelvo Taos.
   Todos estaban sorprendido, al parecer Taos no era el único que podía sostener las esferas sin quemarse, lo cual añadía más misterio a dichas esferas, ya que antes estaban llegando a la conclusión de que Taos por alguna razón resistía mejor las cosas ardientes, pero dicha teoría dejo de ser válida cuando vieron a Sarah sostenerla sin problemas.

   Finalmente llegaron a la gran ciudad, la idea era soltar a Sarah en su destino, recopilar información y noticias para saber que cuentan sobre la misión del rascacielos, y sobre el porqué están cerrando las fronteras en todas las ciudades. Por fortuna y tal como pensaba, la ciudad del este aun no había cerrado la frontera por lo que pudieron entrar sin problemas.

   La ciudad parecía muy agitada, había guardias por todas partes, por lo que Taos y Lupita se taparon con unas túnicas para que nadie los reconociera. Llevaron a Sarah hasta donde vivía el amigo de su madre, y se fueron a un bar de enfrente a enterarse de las noticias. Lupita parecía alucinar con todo lo que veía, no decía apenas palabras pero miraba todo a su alrededor con los ojos abiertos como platos.

·         ¡Hola, abuelo Rafael! Vengo en nombre de mi madre, me ha pedido que te de una carta.
·         ¡Dichosos los ojos! ¡la joven y hermosa Sarah! Me alegra verte, han pasado muchos años desde la última vez. Déjame ver que me traes. .- Dijo el anciano mientras abría la carta.

"Estimado amigo Rafael,
Espero que su rodilla ande mejor que la última vez que nos vimos.
Las fronteras se están cerrando, no tardaran en cerrarla en vuestra ciudad también. Ya sabes que eso suele significar que los de arriba están volviendo a mover hilos. Sarah debe de encontrarse a sí misma y averiguar de dónde proviene. Por favor sácala de la ciudad y convéncela para que busque su autentico origen. Seguro que su madre biológica aun la estará buscando con la esperanza de que este viva. Estoy convencida que no proviene del reino del mal porque sabía hablar nuestro idioma perfectamente, pero sus extraños poderes dejan claro que tampoco pertenece a nuestra civilización. Posiblemente proceda de otro lugar lejano ajeno al bien y al mal.
Gracias por todo, y por favor no permitas que se quede refugiada en la ciudad, aun la siguen espiando y tengo miedo que algún día decidan capturarla para experimentar con ella.

   Un saludo, atentamente, L.V."

·         Así que están cerrando las fronteras, eso junto a todos los guardias que andan últimamente merodeando la zona no presagia nada bueno.
·         ¿Qué debo hacer?
·         Si te quedas mucho tiempo quedaras atrapada dentro de las fronteras y nunca hallarías ninguna respuesta a todas las preguntas que siempre te has hecho. ¿Por qué tienes esos poderes? ¿Quién era tu autentica madre?, ¿Acaso no deseas averiguarlo?
·         Sí, pero no sé cómo ni dónde buscar.
·         Has venido acompañada de unos chicos muy interesantes. ¿Por qué no los acompañas?
·         Están acompañando a una extraña chica, no quiero entrometerme en su trabajo.
·         Ese chico joven, se parece mucho a un viejo amigo. Puedo sentir lo mismo cuando le veo a él que cuando veía a mi viejo bueno amigo.
·         ¿Hablas de ese hombre del que siempre me has hablado tanto? Pensaba que solo me lo contabas como un cuento.
·         ¿Un cuento? Jajajaja. No Sarah, no era un cuento. Aquellas cosas que te contaba pasó en realidad. Ese chico se parece mucho a él, pero mucho más joven.
·         Abuelo Rafael, ¿y si te dijera que creo que he visto las esferas de tu cuento?
·         ¿¡Donde!? .- Dijo sorprendido Rafael, ni siquiera dudo de si se refería a las mismas esferas que el contaba en sus cuentos.
·         Las tiene ese muchacho, se llama Taos. Tiene dos, y te arden las manos cuando tratas de cogerlas, aunque yo cogí una y no sentí nada.
·         Taos... ¡¡¡Taos!!! .- Gritó el anciano. - Ahora lo comprendo todo, tengo que hablar con él enseguida.


   Mientras en el bar:

   Lupita se sentía asombrada por todo lo que veía. Se sentaron a tomar una buena comida mientras descansaban del viaje y escuchaban las noticias de la televisión, por fortuna Taos recibió la paga por su trabajo por adelantado así que disponía de bastante dinero durante una temporada. Las noticias hablaban sobre un atentado de un grupo terrorista.

·         "Aun no sabemos mucho sobre lo que ocurrió el otro día en el rascacielos más alto de la capital, pero lo único de lo que estamos seguro es de lo que llevamos confirmando estos últimos días. Se ha tratado de un atentado terrorista de un grupo de marginados social que solo querían provocar el mayor daño posible. Se sospechan que quizás sea algún tipo de grupo partidaria del bando del mal. A continuación publicaremos las fotos de sus principales sospechosos." .- Decían las noticias.
Afortunadamente las fotos pertenecían al grupo de rebeldes con los que Taos había participado, pero ninguna era la suya.
·         "Gracias a Dios todo salió bien y no se llevaron nada salvo algunas antigüedades de la gran guerra como una espada y un bastón, pero lamentablemente lo que si hemos perdido a uno de los mejores hombres que jamás habíamos tenido".- Seguían diciendo en las noticias mientras la reportera hacia una entrevista a un grupo de los trabajadores del edificio, Taos sintió pena porque sabía que ese hombre que habían perdido había sido posiblemente culpa de alguna negligencia de su grupo.
·         "Dígame señor, ¿era un buen hombre?"
·         "Se llamaba Taos, y siempre lo llevaremos en nuestro corazón como uno de los mejores guardias que hemos tenido en nuestra historia." .- Comento el hombre entrevistado mientras Taos escupía la bebida de la sorpresa.
·         "¿Es cierto que aquel valiente vigilante persiguió a los terrorista e incluso llego a saltar desde el rascacielos hasta la avioneta de unos de ellos?"
·         "Si, pero al parecer la avioneta se estrello en el bosque cercano a la capital. Es imposible que haya sobrevivido."
·         "¡Era mi sobrino! ¡Era mi sobrino!" .- Gritaba un espontaneo entre llantos.

   Blasterd y Lupita se rieron de Taos durante un rato, y pasaron un buen rato mientras hablaban sobre la misión de Lupita de llegar hasta la cima de la montaña cercana a la ciudad antes de regresar a su hogar.

·         "Noticia de última hora, se verificado que las intenciones de los terrorista era liberar a una bestia del mal. No sabemos cómo se llama solo que habla en otro idioma y no se le entiende nada. Tengan cuidado y si la ven no dudéis en llamar a las autoridades." .- Comentaba la reportera mientras se mostraba una fotografía de Lupita.
·         No te preocupes Lupita, no eres del mal. Al igual que no eran sus intenciones liberarte. Las noticias están muy manipuladas. - Dijo Taos tratando de calmarla.
·         ¿Por qué no le preguntamos a algún buen señor de este extraño pub sobre información de porque están cerrando las fronteras? .- Preguntó Lupita.
·         Nadie en su sano juicio hablaría con un desconocido y menos aun le respondería a preguntas que no le vienen al cuento. - Respondió Blasterd.
·         Qué fríos son la gente de esta aldea.
·         No es una aldea, es una ciudad. - Comentó Taos.

   Unos guardias entraron en el bar junto a un hombre.

·         Es aquella chica, la he estado escuchando hablar en un lenguaje muy raro, y además aquellos que los acompaña parece entenderla y hablan también con ella. - Comentaba el desconocido a los guardias mientras miraban a Lupita.
·         Vosotros, ¿quiénes sois? ¡Identificaros!. - Dijeron enfadados los guardias.
·         Será mejor que huyamos. - Comentó Blasterd.
   Sin mediar más palabra Taos y Blasterd se pusieron de pie y desenfundaron sus armas, disparando rápidamente a los guardias dejándolos dormidos. Sabían que esas balas anestesiantes no les iban a servir de mucho en determinadas situaciones pero ahora mismo no tenían tiempo de cambiarlas.

   Al salir del bar se encontraron con el anciano Rafael y Sarah al otro lado de la cera, mientras que a los lados aparecían guardias que los perseguía, y los reporteros de la televisión ya aparecía a lo lejos empezando a grabar.

·         ¡Chicos huid por aquí!.- Les aviso el anciano.
·       ¡No tenemos alternativas, corramos! .- Dijo Blasterd mientras cogía el rifle que tenía el guardia y lo usaba para repeler a los guardias mientras corría hacia el anciano. Con Lupita detrás siguiéndole.
   Taos mientras también se puso a correr en dirección hacia al anciano, quedándose un poco más atrás que los otros dos. En ese momento empezaron a grabarlo para mostrarlo en directo por las noticias. La cámara registraba a Blasterd y Lupita corriendo hacia un anciano con los brazos extendidos, y a Taos corriendo detrás de los dos. La cámara estaba demasiado lejos como para grabar lo que decían.

·         ¡Huye Taos, debes correr y proteger con tu vida esas esferas!.- Decía el anciano mientras se acercaban todos. - Id por el camino que hay detrás de mí y seguir todo recto para llegar hasta las afueras de la ciudad. Salid antes de que cierren las fronteras.

Taos viendo que se quedaba atrás se adelantó cogiendo al anciano y apoyándolo sobre su hombro, llevándoselo consigo.

·         ¿Qué haces insensato?
·         Te vienes con nosotros amable anciano.
·         ¡Suéltame!
·      ¡Que no escapen ninguno! .- Gritó Cresten, la cual corría a lo lejos tratando de llegar a tiempo. Blasterd con sus disparos impedía que nadie se acercara.

   Sarah asustada empezó a gritar que ella no tenia nada que ver con todos ellos, pero los guardias no parecían muy amigables y ante el temor de que la confundieran con uno de ellos también se puso a correr.

   Con el anciano a cuesta corrieron sin parar buscando las afueras de la ciudad. Blasterd cogió al anciano por tener más fuerza y corpulencia que Taos y corrieron sin parar hasta las afueras de la ciudad. Las cámaras no podían grabar y correr a la vez así que dejaron de grabar y se pusieron a perseguirlos. Cuando llegaron a la frontera vieron que del suelo empezó a salir un muro, era la frontera de la ciudad la estaban cerrando. Tal como estuvo avisando Sarah.

   Taos se quedo vigilando de que ningún guardia les atacaba mientras los demás saltaban el muro que aun era lo suficientemente bajo como para saltarlo. En dicho momento llegó la televisión los cuales fueron más rápidos que los propios guardias y continuaron grabando. Se vio como Blasterd, pegaba un salto dejando como último a Taos, el cual miraba el muro con algo de miedo porque ya empezaba a tener una altura algo más complicada de saltar. Se concentro un momento y se lanzo hacia el muro para saltarlo y así estar todos ya fuera.
   Una vez que estaban todos fuera, sin pararse a hablar, salieron corriendo hacia la montaña cercana a la ciudad. Allí es donde Lupita quería llegar.

   Un rato más tarde, un grupo de guardias viendo las noticias por la televisión:
·         "Ya hemos identificados a dos de los que estaban junto a la terrorista. El mayor parece ser que es el mismo terrorista que huyo en la avioneta el otro día en el rascacielos, mientras que el muchacho parece ser el desaparecido vigilante Taos, que se le daba por muerto tras el atentado. Veamos ahora unas imágenes que se grabo en directo." .- Comentaba la reportera mientras pusieron una imagen de Taos corriendo detrás de Blasterd y Lupita. - "Como podéis comprobar, el valiente Taos que se le daba por muerto, en verdad ha estado persiguiendo sin descanso a estos terroristas, y parece que ha estado a punto de conseguirlos. También demuestra un gran corazón al ver un anciano en mitad de la acera asustado porque se le acercaban los terroristas. El gran Taos corrió con todas sus fuerzas para alcanzar a tiempo al anciano y sacarlo de aquel lugar, salvándolo de caer en las garras de aquellos terroristas. Véase también unas escenas de un poco después, el terrorista logra escapar saltando la muralla de la frontera. Taos se queda asustado y pensativo sin saber qué hacer, ¡pero se llena de valor y decide saltar el muro, y lo consigue!"
·         ¡Bravo Taos, bravo! .- Gritaban eufóricos todos los guardias que veían la televisión. Estaban emocionado viendo aquel héroe persiguiendo sin temor ni descanso a los terroristas.

   Taos se había convertido en un "ciudadano ejemplar", y estaba en boca de todo el mundo como aquel vigilante valiente y osado capaz de enfrentarse el solo contra todo el grupo terrorista. Y tras esta última noticia, todo el mundo habrá oído alguna vez hablar de él.


   Mientras tanto....

·         ¡Guardias, escucharme! .- Gritaba Cresten. - Esto es una carrera contrarreloj, nuestro enemigo se llama Strauss. Nuestro objetivo será recuperar a la chica del mal antes de que lo haga Strauss. Si consiguen capturar a la chica antes que nosotros, olvidaros de la paga especial de vacaciones. ¡Adelante!


   Regresando con los protagonistas...

·         Creo que ya nos hemos distanciado lo suficiente.- Mencionaba el anciano Rafael.
·         ¿Quién eres? ¿De qué me conoces? .- Preguntaba Taos.
·         Oh, sí que te conozco Taos. Antes de nada quiero entregarte este documento. - Dijo Rafael entregando un documento que parecía narrar sucesos históricos. - Tómalo chico, es la historia de cómo comenzó todo esto. Me llamo Rafael y soy un narrador histórico. Escribo la historia y estudio sobre ella.
·         ¿Por qué arriesgas tanto?
·         Esas esferas que tienes en tu poder, las conocí hace mucho tiempo. Un par de doctores encontraron 4 esferas en una isla lejana, y las trajeron para investigarlas. No sé que tenia de especial esas esferas, pero por culpa de ellas ocurrieron muchas desgracias. Uno de los doctores se volvió loco y empezó a destruir todo cuanto veía, el otro doctor tuve la oportunidad de cruzarme un día con él. Me explicó que tenía que esconder las 4 esferas donde nadie lo viera y que jamás debería encontrarlas nadie o el mundo correría peligro. Una de las esferas la escondió en un niño, así nadie le daría importancia pensando que es tan solo un juguete.
·         ¿Ese niño soy yo?
·         Así es, decidió confiarte una de las 4 esferas porque así nadie le daría importancia pensando que es un juguete de un niño. Y la idea funcionó porque nadie nunca ha tratado de quitártela. Luego más tarde desapareció de nuevo del doctor, y solo sé que hubo una serie de batallas y luchas y que allá donde iban terminaban en guerras y llamas. Esas esferas realmente pueden traer una gran destrucción. Por fortuna no todo el mundo puede usar las esferas, solo unos pocos pueden tocarlas.
·         En este caso podemos tocarla tanto Sarah como yo.
·         Sarah, ¿es cierto que puedes tocarla?.- Preguntó el viejo mientras Taos ya le lanzaba una de las dos esferas para que la cogiera.
·         ¡Ah ah ah! .- Se quejaba Sarah mientras se pasaba rápidamente la esfera de una mano a la otra para no tocarla demasiado. La estaba quemando las manos. - Qué raro la última vez que la toque no me quemaba. Dame la otra Taos.

    Taos le lanzó la otra esfera, la cual pudo agarrarla sin problemas. Tras un poco de probar todos a tocar las esferas menos Blasterd que ya tenía bien aprendida la lección de no tocarlas, comprobarlo que ninguno podía tocar las esferas salvo Sarah que podía tocar una, y Taos que podía tocar las dos.

·         Si alguien supiera de la existencia de estas esferas, y averigua como extraer el mismo poder que extrajo aquel doctor, podría ser el fin del mundo. Debéis ocultarlas y jamás mostrarlas. - Seguía explicando el anciano.
·         ¿Y porque yo si puedo coger todas las esferas? ¿Y cuáles son los poderes de estas esferas exactamente?
·         Tranquilo pienso contártelo todo, así como el porqué Sarah tiene sus poderes y porque la vigilan, y quienes la vigilan. Cuáles son los poderes de las esferas, y lo más importante, porque tu puedes cogerlas todas. Posiblemente tú puedas tocarlas todas porque tú eres... .- Explicaba el viejo, cuando se vio interrumpido por un disparo certero de lleno en el corazón.
·         ¿Quien ha sido? .- Preguntó Sarah horrorizada.
·         Al fin os encuentro, Taos, Sarah, Lupita, y el farolillo que no me interesa. Yo soy Strauss, el mi compañero Jozan, no es muy hablador pero tiene muy mal carácter. - Se presentó Strauss al grupo. - Y mis amigos los guardias están de camino, así que rendiros ahora.
·         Esto me las pagareis. - Gritaba Sarah.
·         Tenemos que huir de aquí como sea. - Dijo Blasterd.
·         ¿Donde está Lupita? .- Preguntaba Taos.
·         Se ha ido hace rato colina arriba de la montaña, deberíamos seguirla también.
·         Sarah, por favor sigue y protege a Lupita. Nosotros dos nos encargaremos de esto.
·         Es muy peligroso, yo me quedo contigo.
·         ¡Vete! .- Dijo seriamente Taos, por lo que Sarah aun estando en contra tuvo que irse tras Lupita.

Jozan y Strauss con sus rifles apuntaban a Taos y Blasterd, los cuales tenían las armas aun enfundadas por lo que estaban en una clara desventaja.